FOTOS EN FLOR


de Karen Amaia

Esta exposición es el resultado de una fascinación en la que llevo inmersa desde hace ya cuatro años y que dio como fruto la publicación del libro "Flores silvestres de Bizkaia" (*) como primer homenaje a un mundo  hasta entonces desconocido para mí.

Es pues, la historia de un aprender a descubrir lo pequeño, de un detenerse al borde del camino y dejarse cautivar por una belleza que, a ras del suelo, muchas veces nos pasa desapercibida.

Como fotógrafa me vi conquistada por la pureza estética de sus formas, por la perfección de sus líneas, por la riqueza de sus coloresS Y una vez caí en su influjo, ya no hubo vuelta atrás. Su belleza me enamoró y sucumbí a su hechizo.

Han sido varios años de trabajo, de observar las flores, de conocerlas, de aprender a apreciar su discreto pero arrollador encanto. Trasladadas al estudio, aisladas de fondos confusos, concentradas en el punto de mira de una lente de macrofotografía, han posado para mí agrandadas, casi humanas.

Cada flor encierra un mundo, su propia historia, su personalidad. Unas se muestran tímidas, otras voluptuosas, unas esquivan la cámara, otras la reclaman, unas son sobrias, otras parecen sonreírS Pero siempre son ellas mismas. Generosas a la hora de derrochar su colorido y su fragancia pero inconmovibles a la hora de perder su autenticidad, reacias a que en ese instante de inmortalidad que representa toda fotografía, se quede retratado algo que no sea su verdadera esencia.

La única licencia de esta exposición, la única exageración, ha sido ampliar su tamaño natural. Pero no para aumentar su atractivo, no lo necesitan, sino para acercarlo a los ojos de la gente. El resto es suyo. Son modelos que no necesitan maquillajes ni retoques. ¿Para qué habrían de necesitarlo, si ya se saben hermosas?

Contemplando su majestuosidad, habrá quienes se asombren al saber que algunas de las flores apenas son más grandes que un botón. Algunos, incluso, se sentirán decepcionados. PeroS ¿es eso realmente tan importante? No, por supuesto que no. La belleza no entiende de tamaños. Estas pequeñas flores, al igual que los diamantes, concentran en su interior toda la magia del universo.

* " Flores silvestres de Bizkaia "  Editado por la BBK en su colección Temas Vizcaínos, nº 342-343 (2004)
* Para más información, ver la página web www.usuarios.lycos.es/fotosenflor